Un poco de relax |
Como si estuviera delante
de un escenario de película. Así es como me sentí cuando me
encontré con la inmensidad del Gran Cañón del Colorado. Irreal.
Grandioso. Este es uno de los destinos que más ansiaba conocer. Fue
un sueño hecho realidad. Ahí estás tú, frente a unos 1700 millones de años de historia. Así que te sientes pequeño, muy
pequeño.
La visita al Gran Cañón,
normalmente, se realiza partiendo de Las Vegas. Parece que ambos
lugares se encuentran unidos por un hilo invisible. Si se está en
uno de ellos, ineludiblemente, tienes que ir al otro. Y,
curiosamente, son la antítesis. Uno, un gran espectáculo de la
naturaleza, y el otro un espectáculo creado por el hombre -con
todas sus virtudes, pero también con todos sus defectos-.
Desde Las Vegas hay dos
opciones para ir al Gran Cañón. En coche, se encuentra
aproximadamente a 430 km, con lo cual debemos de disponer al menos
con 3 días. O bien realizar una excursión en avioneta que te lleva
y te trae en el día (www.papillon.com,
entre otras). El viaje en coche, para mí es lo mejor, disfrutas de
más libertad; pero como digo todo depende de la disponibilidad de cada
cual, tanto de tiempo como de dinero, aunque la excursión en
avioneta, precisamente barata no es.
El Gran Cañón se puede
visitar por el lado norte o por el lado sur, siendo este último el
más popular, entre otras cosas porque se tienen las mejores vistas.
Yendo en coche lo mejor es salir de Las Vegas temprano tomando la
carretera 93, y más si se va en verano, porque el calor aprieta de
lo lindo. A tan solo 48 km podemos realizar una parada para visitar
la presa Hoover. La presa se finalizó en el año 1936 y se construyó
para evitar los desbordamientos del Río Colorado cuando se derretían
las nieves de las Montañas Rocosas y para poder ampliar las zonas de
regadío en este área bastante árida; además de ser, por supuesto, una
gran central eléctrica. Está consideraba un gran ejemplo del Art
Decó.
Un poco más adelante
-hay que desviarse por Dolan Springs- se encuentra el famoso Skywalk;
la plataforma de cristal que han construido en el año 2007 sobre el cañón, a unos
1200 m. Como no he estado no puedo decir si merece la pena o no. Hay
detractores y partidarios del proyecto, el denominador común de
ambos: que es caro (unos 60$ por persona, entre la entrada, el
parking y el souvenir, que una vez que estás allí no dejas de
comprar, ¡y la foto! porque no permiten entrar cámaras ni móviles).
Si se quiere realizar una parada allí, habrá que contar al menos
con 4 horas, para volver al mismo sitio donde dejamos la 93 ..¡y
aún restarán unos 320 km para llegar a la entrada del parque!
Si finalmente, se opta
por no ir a Skywalk, merece la pena parar en Williams a comer . Un
auténtico pueblo de la afamada ruta 66 a su paso por Arizona. Si
todo va bien, llegaremos a las puertas del parque a media tarde, así
que tendremos tiempo suficiente para reponernos de viaje, y aguardar
con impaciencia el día siguiente. Cerca de la entrada no hay un
pueblo en si mismo, pero sí un conjunto de hoteles, con todos los
servicios necesarios. Lo mejor pernoctar allí o en alguno de los
que hay dentro del Parque. También podremos hacer noche en Williams
, pero está a 95 km del parque. Eso sí, los precios son más
baratos.
Al día siguiente, sin
duda, despertarse temprano para poder aprovechar la jornada al
máximo. Si se tiene la intención de visitar al menos tres parques
de la zona es más económico adquirir un pase anual que incluye la
mayoría de ellos (http://www.nps.gov/index.htm
).
Se hace muy difícil
describir la inmensidad del paisaje. Es increíble. El Gran Cañón
nació por la erosión del río Colorado, tiene unos 446 km de
longitud, una anchura que oscila entre los 6 a 29 km y una
profundidad que llega a los 1600 m. ¡Ahí es nada! Recorrer el
sendero, al borde del precipicio, muchos tramos sin protección
ninguna es indescriptible. Se juntan multitud de sensaciones: la
hermosura, la emoción, el vértigo, lo efímero del tiempo... La
misma sensación tuve en Monument Valley , cerca de allí, y al que
dedicaré otro post.
A parte de recorrer los
senderos y de pararte multitud de veces, sentarte y simplemente
contemplar lo que está delante de tus ojos, se pueden hacer
actividades como rafting o senderismo hasta el fondo del cañón,
cosa que no recomiendan hacer en un solo día, debido al esfuerzo que
requiere y a las altas temperaturas que se pueden alcanzar abajo.
Otra actividad es sobrevolar la zona en helicóptero (la misma
empresa que realiza el viaje en avioneta desde Las Vegas los hace).
El vuelo tiene una duración aproximada de 45 minutos y cuesta
alrededor de unos 200$. ¿Merece la pena? Yo lo hice, y bueno, es una
cosa que una vez que estás allí, si te lo puedes permitir, te
ofrece una perspectiva del lugar que desde abajo no puedes apreciar.
Subir en helicóptero ya de por sí tiene su emoción, así que , en
ese incomparable entorno, más.
Vista desde el helicóptero |
No se cuándo, pero
volveré.
El Gran Cañón del Colorado fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 1979
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