Es conocido que en
tierras noruegas, más concretamente al oeste de las mismas, cohabitan trolls y naturaleza. La historia de Noruega
y de sus fiordos se encuentra estrechamente unida esta leyenda. Allá
por donde vayas encontrarás referencias a los mismos, y la verdad no
se me ocurre mejor lugar para que estos seres permanezcan ocultos
al ojo humano.
Habitualmente cuando se
habla de los fiordos noruegos la palabra crucero va anexa. Yo, en
cambio, recorrí la zona en coche. Desde Trondheim hasta Bergen. No
puedo opinar si es mejor una cosa o la otra. Lo que, desde luego, sí
puedo decir es que fue una experiencia irrepetible. Conducir por
aquellas carreteras, disfrutando del entorno. Las montañas
majestuosas, sus aguas cristalinas, las cascadas, el verde intenso de
la frondosa vegetación, el aire tan puro, las casas de maderas rojas
con su césped en los tejados... En el camino cogí varios ferrys,
así que la visión de los fiordos desde dentro también quedó
satisfecha.
Ir en coche te permite
realizar algunas cosas que en barco es imposible. Ascender por la
Trollstigen (Escalera de los Trolls) con su nueve por ciento
de desnivel, sus once cerradas curvas y su señal de carretera
“Atención. Trolls” , única en el mundo. Cruzando la cascada de Stigfossen que cae ladera abajo regando el valle de Isterdalen y todo ello rodeado de
enormes montañas, con curiosos nombres como Kongen (el Rey) ó
Dronningen (la Reina) . Hacer una
parada en Josteldansbreen, el glaciar más extenso de la
Europa continental, ponerte unos crampones y realizar una pequeña
caminata. O , camino de Bergen, cruzar el túnel Laerdal, el túnel
de carretera más largo del mundo, con sus interminables 24.5
kilómetros. Y , por supuesto, ver los impresionantes fiordos desde
arriba. Como el bellísimo Geirangerfjord
o el Sognefjord, el
más largo de Noruega (y el segundo del mundo) con sus 204 kilómetros
de longitud y hasta 1300 metros de profundidad.
El único “problema”
de Noruega es que es carísimo. Pernoctar una noche en un hotel de
tres estrellas resulta un exceso (unos 175€ la habitación
doble) , y más, cuando no sólo va a ser una. Por ello, es muy
recomendable alojarse en la extensa red de albergues o hostels que
hay repartidos por todo el país, casi todos con disponibilidad de
habitaciones dobles y muchos con baño privado. Otra buena opción
son los campings, muy bien equipados y con acogedores bungalows. Eso
sí, hay que reservar con tiempo. Improvisar sobre la marcha, y más
en verano, puede depararte desagradables sorpresas. Y cuando digo
caro, es caro todo: una cerveza en una terraza unos 6€, una rodaja de salmón a
la plancha en un restaurante medio 24€,....
La ruta:
Trondheim- Alesund Alesund es una preciosa ciudad que sufrió un gran incendio en el año
1904 y que fue prácticamente reconstruida por completo en estilo
Art Nouveau. Además de visitar la ciudad te puedes acercar al parque
acuático Atlanterhavsparken, uno de los acuarios más grandes de
Escandinavia.
Alesund-Andalnes
Andalnes-Hellesylt Atravesando la Trollstigen.
Hellesylt-Sogdnal En Hellesylt se toma el ferry que comunica con Geiranger recorriendo
en fiordo de nombre homónimo. Parada en Josteldansbreen.
Sogdnal-Voss En Kaupanger, parar para ver una de las pocas iglesias medievales de
madera (s. XII) que quedan en pie en el país.
Voss-Bergen Atravesando el túnel Laerdal.
Si necesitáis información, la página www.visitnorway.com es muy completa y con versión en español. Hay catálogos que puedes ver on-line, incluso muchos de ellos los puedes solicitar y lo envían a casa gratuitamente.
qué impresionantes fotos Cris!! la del Trol jajaja...
ResponderEliminarqué ganas de viajar leyéndote,
Marta