domingo, 17 de marzo de 2013

Ushuaia, la ciudad más austral del mundo


Existe una curiosa disputa con este término. Podría considerarse que Puerto Williams (Chile) es realmente el lugar habitado más austral, pero al ser un pueblo (no llega a los 5.000 habitantes para considerarse ciudad) es Ushuaia la que ostenta ese privilegio al contar casi con 60.000 habitantes.

Sin duda la mejor manera de llegar, y yo diría que la única, es en avión (si no se está en un crucero). Es posible hacerlo por vía terrestre desde Río Gallegos, pero se tardan unas ¡36 horas! El puerto de Ushuaia es el segundo en importancia de Argentina , después del de Buenos Aires, en lo que respecta a tráfico de contenedores y el principal del hemisferio Sur, respecto a cruceros turísticos. Y por supuesto es la puerta de entrada a la Antártida.

No más de dos días completos son suficientes para realizar las visitas recomendables:

  • Navegación por el canal Beagle. Existen excursiones de distinta duración, que permiten observar la bahía y fauna de la zona (lobos marinos, cormoranes , ...). Pero si lo que se quiere es disfrutar de una breve navegación y algo más, aconsejo sin duda, la excursión del siguiente punto. Una curiosidad sobre el canal de Beagle. La controversia que existía entre Argentina y Chile sobre la soberanía de las islas del canal fue dirimida mediante la firma del Tratado de Paz y Amistad en 1984. El acuerdo fue alcanzado por la mediación del papa Juan Pablo II después de que Argentina declarara nulo el laudo arbitral de la reina Isabel II de Inglaterra en 1977, que había sido solicitado por ambos países para resolver la disputa, y que casi les lleva a la guerra en diciembre de 1978.


  • Pingüinera en Isla Martillo. Tras un recorrido terrestre en mini-bus se llegará a la estancia Harberton que tiene un pequeño muelle donde nos esperará la embarcación que nos lleva a la isla. Por el camino en carretera disfrutaremos del curioso paisaje. Por ejemplo las castoreras abandonadas. En 1945 se introdujeron 25 parejas de castores que se reprodujeron sin control , lo que al no contar con depredadores, les ha llevado a convertirse en una auténtica plaga afectando notablemente al ecosistema de la zona. Allá donde construyen sus presas, acaban con el bosque. El agua estancada pudre las raíces de los árboles que terminan muriendo creando un paisaje desolador. 



    Curiosos, también, los árboles bandera. Se les denomina así debido a que los fuertes vientos existentes en la zona hacen que sus copas se encuentren en la dirección en la que sopla el mismo.




Una vez que llegas a la isla, desciendes la barca y se permanecerá en ella alrededor de una hora. El guía que te acompaña, tras una breve explicación, hará hincapié en lo siguiente: está totalmente prohibido salirse de los caminos trazados, dar de comer a los pingüinos, molestarles, llamarles... en resumen hacer cualquier cosa que alterare su vida. Puede parecer que huelga hacer este tipo de observaciones; pero, incomprensiblemente, si las hacen será por algo... 



Principalmente encontraremos, el pingüino de Magallanes, el más abundante, con su pelaje blanco y negro; y el pingüino Papúa, con el pico y las patas naranjas. Permanecen allí de Octubre a Marzo. Pasear entre pingüinos y observar su comportamiento, en la distancia, es una gozada. Irrepetible. ¿En cuántos lugares puedes tener la oportunidad de hacerlo?

Más que recomendable reservar, como mínimo, el día anterior ya que las plazas son limitadas.



  • Parque Nacional de Tierra de Fuego. Es uno de los pocos parques nacionales argentinos con costa marítima. Consta de 68909 hectáreas, de las cuales sólo 2000 se encuentran abiertas al públicos (¿más que suficientes, no?). Fundamentalmente de lo que se trata en el parque es de disfrutar de la naturaleza, del paisaje y del ¡aire purísimo! La mejor forma de llegar es en una de las furgonetas que hacen recorridos fijos y que parten del centro de la ciudad (Avenida de Maipú), al lado del muelle turístico. Hay horarios fijos de ida y vuelta, y ellos mismos te ofrecen un mapa con los diferentes recorridos existentes.



  • Museo Marítimo y del Presidio. El presidio estuvo abierto como tal del año 1902 a 1947, año en el que Perón lo clausuró. Contaba con la línea de ferrocarril más austral del mundo que conducía a los presos desde la cárcel a los campos de trabajo situados en lo que ahora es el Parque Nacional de Tierra del Fuego. Dicha línea férrea se utiliza en la actualidad con fines turísticos y cuyo único interés, bajo mi punto de vista, es decir que has subido en el tren más austral del mundo.


  • Telesilla Glaciar Martial. Desde donde se pueden disfrutar de unas hermosas vistas de canal y la ciudad; y realizar diversas actividades de trekking (en verano). Atención: en temporada baja no hay furgonetas que lleven al telesilla y hay que tomar un taxi. También recomendable preguntar si el telesilla se encuentra en funcionamiento.


No hay que abandonar Ushuaia sin probar alguna de sus especialidades gastronómicas como la centolla fueguina, la merluza negra (¡exquisita!) o el asado patagónico (cordero). Y otro consejo: tomar un taxi (bastante asequible) si nos encontramos a nivel de mar y nos alojamos en la parte alta de la ciudad...¡tus piernas lo agradecerán!


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